Herpes labial
Recetas para reforzar el cuidado de los labios.
El herpes labial es una ampolla que puede aparecer en los labios o alrededor de ellos. Se debe a un virus y puede estar apareciendo y desapareciendo durante un largo período de tiempo.
Hay cremas y comprimidos que sirven para detener el brote. Habla con nosotros para recibir asesoramiento experto y pedir tu tratamiento para herpes labial online.
Un herpes labial es una ampolla que aparece en los labios o alrededor a causa del virus del herpes simple (VHS). Empiezan siendo pequeños, crecen durante un par de días y suelen romperse y cicatrizar antes de curarse. Realmente no suponen un riesgo para la salud, pero son dolorosos y antiestéticos. Es fácil transmitirlo a otra persona cuando les das un beso o al compartir un vaso o utensilios como cubiertos. También puede pasarse de madres a hijos.
El herpes labial es causado por un virus que permanece en tu organismo de por vida una vez que lo tienes. El tratamiento no los elimina por completo, pero si lo empiezas a usar lo suficientemente pronto, evitarás que se desarrolle y acortarás el tiempo que tarda en curarse.
Los brotes tienden a aparecer cuando el VHS, que puede permanecer inactivo durante largos períodos de tiempo, se reactiva. Pueden reactivarlo distintos factores, como el estrés, sentirse cansado o estar enfermo. Es bastante frecuente que el herpes labial aparezca cuando tu sistema inmunológico no está en su mejor momento. Por lo que podría ocurrir si has contraído otra infección. También es posible que aparezcan si tienes el virus y te haces una herida en el labio (por ejemplo, un corte).
Se suele enseñar que el herpes es una enfermedad de transmisión sexual, pero existen dos tipos de virus de herpes. El de tipo 1 (VHS-1), el más frecuente, está más relacionado con los herpes labiales. El de tipo 2 (VHS-2) está más relacionado con el herpes genital y suele afectar a la zona inguinal y anal. El VHS-2 se suele contagiar más durante el acto sexual. No obstante, ambos virus pueden causar ambos síntomas (herpes labial o herpes genital).
Cualquier persona puede tener un herpes labial. No hay nada que haga que una persona sea más susceptible a contraer esta infección que cualquier otra persona con el virus. No obstante, si tu sistema inmunológico es débil, es más probable que tengas brotes más a menudo.
Una vez que contraes el virus VHS, se queda contigo de por vida y, desafortunadamente, no tiene cura. Sin embargo, para la mayoría de las personas, los brotes se vuelven menos graves y frecuentes con la edad. Los síntomas de herpes labial suelen desaparecer por sí solos en un par de semanas, pero el tratamiento puede ayudar a acelerar su desaparición.
Algunas personas pueden sufrir brotes de herpes labial dos o tres veces al año, mientras que otras solo tienen uno en toda su vida y nunca vuelven a presentar este problema. El número de brotes depende bastante de cada persona y de su estado de salud.
Suele pasar que tengas un brote si tienes estrés o si tu sistema inmunológico no se ha recuperado después de un resfriado o de una gripe. Por lo tanto, es importante mantener un estilo de vida saludable para minimizar la aparición de brotes.
Según la OMS, alrededor de dos tercios de la población mundial por debajo de los 50 años se ha infectado del virus de herpes simple de tipo 1 (VHS-1) , lo que causa herpes labial. No obstante, no todo el mundo infectado con el virus de herpes simple muestra síntomas, lo que significa que podrían no llegar a saber nunca que se han infectado.
Una gran mayoría de las infecciones por VHS-1 del mundo son herpes orales (infecciones dentro o alrededor de la boca, lo que a menudo se denomina herpes oral-labial o herpes oral-facial), pero otra proporción de infecciones por VHS-1 son herpes genitales.
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El VHS es un virus permanente que se puede contraer a cualquier edad. Algunos análisis muestran que la mayoría de las infecciones por VHS-1 ocurren durante la infancia, antes de los cinco años de edad .
El virus del herpes simple se puede contagiar de diferentes maneras. La forma más común es por contacto directo piel con piel, como puede ser con un beso. Otra forma habitual es por contacto indirecto con una persona infectada, como compartiendo utensilios para comer o beber sin haberlos lavado entre cada uso o compartiendo objetos como bálsamos labiales. También puede pasarse de madres a bebés.
También puedes contraer herpes labial al mantener sexo oral, o al compartir juguetes sexuales con alguien que tenga herpes genital.
Los herpes labiales suelen empezar con una sensación de hormigueo en una zona localizada antes de que la ampolla aparezca, pero no todo el mundo experimenta este signo de advertencia temprano.
Suelen aparecer alrededor de la boca y los labios, pero también pueden aparecer en la nariz o barbilla. Una vez que la infección se ha «activado», se empiezan a formar unas pequeñas ampollas llenas de líquido. Estas ampollas pueden causar dolor, tirantez y una sensación de quemazón. Estas ampollas suelen romperse y se forma una costra sobre la zona infectada.
El virus es contagioso antes, durante y después de que aparezca el herpes labial. Incluso cuando la ampolla se ha convertido en costra, puedes seguir contagiando. Cuando la ampolla se rompe es el momento en el que el VHS-1 es más contagioso, pero sigue siéndolo durante unos días, después de que se hayan curado las ampollas. Por lo tanto, si tienes un herpes labial, es importante que evites besar o mantener contacto sexual con otros durante una semana una vez que tus síntomas hayan desaparecido.
Los herpes labiales no suelen provocar por sí solos complicaciones graves, pero pueden seguir apareciendo durante más tiempo y ser más graves en personas con VIH o con sistemas inmunológicos más débiles.
A veces, las infecciones por VHS-1 pueden traer otros problemas como encefalitis o enfermedades oculares, pero esto ocurre principalmente cuando la infección se extiende del labio al ojo (por ejemplo, al tocar la ampolla y luego frotarte el ojo).
Como aparecen en la cara, es habitual que las personas con herpes labial se sientan cohibidas o inseguras por ello.
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Los principales tratamientos para el herpes labial son los comprimidos y las cremas tópicas antivirales. Existen unas cuantas opciones, pero la mayoría de ellas funcionan del mismo modo: evitan que las células víricas se reproduzcan.
Los comprimidos suelen usarse cuando una persona tiene brotes graves y no responden bien a las cremas. Pero, para la mayoría, con las cremas suele ser suficiente.
Algunos tratamientos, como Aciclovir, tienen una versión de marca comercial (Zovirax) y una genérica (Aciclovir). No debería haber ninguna diferencia en cómo funcionan. Simplemente se diferencian en la empresa que las fabrica y en el envase.
Aciclovir (de marca comercial Zovirax) se trata probablemente del tratamiento más versátil que haya disponible para herpes labiales, ya que puedes conseguirlo en formato de crema o en comprimidos en diferentes dosis. Valaciclovir (de la marca comercial Valtrex) solo viene en comprimidos de una dosis, pero puede resultar útil si ya has probado Aciclovir y no te ha funcionado.
Si no estás seguro de qué tratamiento es el mejor para ti, nosotros podemos ayudarte. Te mostraremos qué tratamientos pueden venirte bien para que puedas elegir la opción que prefieras.
Los herpes labiales están bastante autolimitados. Es por eso por lo que no siempre se requiere un tratamiento, ya que los síntomas pueden desaparecer por sí solos en un par de semanas. El principal objetivo de los tratamientos de herpes labial es acelerar el proceso de curación y evitar que el brote de herpes labial se desarrolle al completo.
Cuando se tienen herpes labiales activos, se es más contagioso. Por lo tanto, seguir un tratamiento puede ayudar a reducir el tiempo que dura el herpes labial, pero también a proteger a aquellos que te rodean.
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